Como hay quienes piensan (yo soy una de esas personas) que los sinónimos no existen, es decir, que por ejemplo la palabra “texto” tiene como resultados sinonímicos «escrito», «descripción», «relato», «pasaje», y que sabemos, porque nos dedicamos a esto, que no significa lo mismo, entonces, las traducciones de una lengua a otra son ilusiones imposibles de aceptar.
A qué viene lo de «Traductor, traidor»
Las traducciones siempre han sido famosas, pero también un blanco de crítica. De hecho, durante el maravilloso Renacimiento italiano acuñaron (como una moneda de mucho valor) el terrible y determinante refrán: “Traduttore, traditore”.
Cientos de explicaciones sobre esta frase aclaran una y mil veces que no hay que tomársela literalmente a pecho. Pues, no. La gente que traduce no traiciona nada, a no ser que tenga la intención de hacerlo. Decían en Italia que en Francia, traicionaban la increíble belleza de una de las obras maestras de la humanidad, La divina comedia del enorme Dante Alighieri.
A ver, dispongámonos a una simple prueba sobre sus primeros versos:
/Nel mezzo del cammin di nostra vita/ o /En el medio del camino de nuestra vida/
¿Significa lo mismo? Sí y no.
Primero, porque es imposible que signifique lo mismo, ya que es otra lengua, llevando otra cultura, sentido común, idiosincrasia, etc., etc., y la segunda razón, aún más relevante, es que nuestra recepción como lectores o lectoras es diferente, no sólo porque somos personas distintas con ideas, sentimientos y empatías distintas, sino también por las etapas de nostra vita en las que nos enfrentamos, disfrutamos, amamos u odiamos un texto.
Cada quien imagina su propia Divina Comedia y eso es genial
Cuando leí La Divina Comedia – en español-, tenía 26 años. Lo que pude comprender en ese momento no será igual, en caso de que vuelva a mi adorado Dante y su historia, que prescribió el imaginario del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso católicos (y occidental). Y sí, seguramente jamás significará lo mismo para mí.
Ahora bien, las magníficas imágenes que todavía vienen a mi mente después de leer ese libro son únicas y, como dicen en algunas partes de Latinoamérica, «mías de mí».
Es lo mismo con las traducciones de películas o series de tv
Por eso, que la gente que traduzca sea traidora –con buena actitud- quizás es una de las mejores cosas que nos puede pasar nel mezzo del cammin de nuestra trayectoria lectora y, por supuesto, de nuestra vida. En el inicio dije que no creía en la “objetividad” de los sinónimos, pero eso no significa que no me encanten.
De la misma manera me pasa con las traducciones. Como otro viejo dicho: «Mentíme que me gusta» , diríamos: «Traducíme que me encanta».
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